En un viaje a Los Angeles, en 2003, no resistí la tentación y me compré este Gizmo adorable. Lo mojé y no se convirtió en Gremlin. Recuerdo que tenía uno de plástico. Venían pastillitas adentro. Era precioso. Creo que murió en manos de mis sobrinos.
domingo, 21 de diciembre de 2008
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calumniassssssssssssssss. capaz de vero o gabi ja
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